El volumen de combustión se sitúa en torno a 4,34 millones de metros cúbicos (de gas) por día, según un informe de Rystad Energy, lo que equivale a 10 millones de dólares diarios.
(#RadarEnergético).– Rusia está quemando más de 4 millones de metros cúbicos de gas al día desde la central de gas natural de Portovaya, el punto de entrada en la región del gasoducto Nord Stream 1 que vincula el gas ruso con Europa.
La quema equivale a unos 10 millones de dólares diarios —según revela un informe de la consultora Rystad Energy- del hidrocarburo que podría enviar Moscú a la Unión Europea, en un contexto en el que los países de la Unión intentan esquivar el impacto del corte del suministro del gas ruso a seis meses de la ofensiva del Kremlin sobre Ucrania.
El embajador alemán en Reino Unido confirmó la información y declaró a la BBC que Rusia está quemando el gas porque “no lo pueden vender en ninguna parte”, señalando que los esfuerzos de Europa por reducir la dependencia del gas ruso estaban “teniendo un fuerte efecto en la economía rusa”.
Las imágenes satelitales obtenidas este viernes por el programa europeo Copérnico muestran altos niveles de calor desde el 11 de julio en la estación compresora de Portovaya, en el Golfo de Finlandia, que son la huella de esa quema de hidrocarburos, según los expertos. Al respecto, Rystad Energy ha alertado de que la quema representa un «desastre ambiental», al emitir cerca de 9.000 toneladas de CO2 a la atmósfera cada día.
«El volumen exacto de combustión es difícil de cuantificar, pero se cree que se sitúa en torno a 4,34 millones de metros cúbicos de gas por día», ha señalado este viernes Sindre Knutsson, analista jefe de Mercados de Gas de Rystad Energy. La situación ha salido a la luz después de que ciudadanos finlandeses comenzaran a vislumbrar hace algunas semanas grandes llamaradas en el horizonte, ha detallado la consultora.
Los expertos admiten la posibilidad de que la quema de gas esté «ligada a pruebas preoperacionales en Portovaya», pero subrayan que sus hallazgos «llevan a muchas preguntas acerca de las intenciones de Rusia», dado que este escenario coincide con una caída del 77% de las exportaciones de gas ruso hacia Europa en los 12 meses previos a agosto, lo que equivale al 20% de la demanda de la Unión Europea (UE).
«Si bien las razones exactas de la quema son desconocidas, el volumen, las emisiones y la localización de la llamarada son un recordatorio visible del dominio de Rusia sobre los mercados energéticos de Europa», ha explicado Knutsson.