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Los nuevos proyectos de explotación de litio recién estarían listos en 2030

Aun haciendo bien las cosas, Bolivia podría producir litio de alta calidad recién en al menos cinco años, dice un experto internacional.

(#RadarEnergetico).– Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, sigla en inglés), fuente utilizada por las empresas y países para el registro de reservas y recursos naturales, Bolivia cuenta con 21 millones de toneladas de recursos de litio. Así lo hizo saber esta organización, en su informe anual «Resumen de productos minerales» (Mineral Commodity Summaries) de 2020.

Sin embargo, esta semana el Gobierno boliviano, a través del presidente del Estado, dijo que Bolivia cuenta con 23 millones de toneladas de litio, es decir, 2 millones más.

El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, apuntó el detalle en un acto público, que durante las gestiones 2022 y 2023 se encaró la perforación de 46 pozos exploratorios en toda la extensión del salar de Coipasa y en menor dimensión en el de Pastos Grandes, cuya evaluación de recursos arrojó un importante resultado e incorporación de recursos de litio.

En ese marco, cualquiera sea el dato, las dos cifras son muy importantes dado el registro de los demás países. A Bolivia le sigue Argentina con 19 millones de toneladas métricas y luego Chile, que posee 9 millones, posteriormente Estados Unidos y Australia con 8 y 6 millones, respectivamente.

Si bien contar con un recurso abundante es algo promisorio, el desarrollar estos recursos conlleva un desafío mayor que no es posible resolverlo solo con tener el recurso en el subsuelo. Eso no garantiza nada por sí mismo.

Esta afirmación es corroborada por el ranking de países que efectivamente producen litio: Australia, Chile, China, Argentina y Brasil, en ese orden, son los campeones en la entrega de producción de mineral al mercado, a escala mundial.

Los recursos “no tienen mucho que ver con las reservas, que es el litio realmente explotable”, dice el analista y experto internacional en litio, Jaime Alée.

 RECURSO NO ES RESERVA

“Bolivia no tiene ninguna reserva de litio de acuerdo a los estándares mundiales con los que miden las reservas, que es el producto realmente extraíble”, enfatiza Alée, en una entrevista con la cadena alemana DW.

“Probablemente cuando se inicie la operación esos recursos se transformen en reservas”, dice el experto al apuntar que la reserva se acerca más a la producción y los recursos se refiere a un dato “más general del producto, pero que no es cuantificable a nivel de operación”.

DESARROLLO

Jaime Alée dice que, si Bolivia comenzara mañana, incluso con mediante el método de Extracción Directa de Litio (ELD) requerirá al menos cinco años, en el mejor de los casos para que “comience realmente la operación de explotación”.

“Antes de 2030 es absolutamente imposible comenzar a operar esa explotación”, reitera.

El experto adelantó que dado el hecho que recién se firmaron convenios con empresas chinas y una de Rusia, hay un largo camino aun para recorrer tanto en el aspecto legal, así como técnico y operativo para que los proyectos comiencen a producir litio para baterías.

Por otro lado, a través de otro proyecto iniciado hace varios años, mediante el método tradicional de evaporación de piscinas, desarrollado Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), el gobierno boliviano ha asegurado que este año comenzaría a producir carbonato de litio. La Planta Industrial de Carbonato de Litio, ubicada en Llipi, en el Salar de Uyuni, tendrá una capacidad instalada de 15.000 toneladas.

Desde YLB se ha manifestado que este año producirá al menos las primeras 2.000 toneladas.

No se ha conocido detalles del grado de pureza del producto final.

Después de ir una década intentando inversiones de más de 1.000 millones de dólares y varios acuerdos que terminaron en fracaso, el gobierno boliviano busca encaminar el desarrollo del litio mediante convenios con capitales chinos y rusos, aun sin llegar al punto de firmar contratos comerciales vinculantes que permita darle certeza al futuro del litio.