La caída de las ventas de gas natural, debido a la declinación de la capacidad de producción, significa un 30% menos en ingresos para el país.
(#RadarEnergetico).- En toda la gestión 2023, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) facturó $us 2.370 millones por la venta de gas natural a Brasil, Argentina y al mercado interno, según informó la empresa este miércoles.
El dato es $us 1.030 millones menor al valor comercializado en 2022 cuando las ventas llegaron a $us 3.400 millones, según informes de la empresa, lo que significa una caída del 30% en el valor comercializado.
La capacidad de producción de gas natural cayó de 40 a 33 millones de metros cúbicos diarios, entre enero y diciembre de 2023. Esta reducción, debido a la declinación de los campos, explican la contracción de las ventas.
MERCADOS
Mediante el contrato con Petrobras (GSA) y otros clientes de la República Federativa del Brasil, la comercialización de gas natural al país vecino permitió facturar $us 1.347 millones entre enero y diciembre de 2023.
Por su parte, las ventas al mercado argentino, que este año dejará de comprar gas boliviano, significaron una facturación de $us 875 millones.
Asimismo, el mercado interno facturó $us 151 millones, significando sólo un 6% de la facturación total, aunque representa el 37% en volumen de gas consumido.
El presidente de la estatal YPFB, dijo que “Bolivia cumplió con la entrega de los volúmenes comprometidos en los contratos”.
ANÁLISIS
Por Raúl Velasquez, Investigador en Energía e Hidrocarburos de la Fundación Jubileo
La caída en las ventas de gas natural son resultado de menores volúmenes exportados, hay que recordar que, según contrato y primera adenda de 2010, a la Argentina le deberíamos haber exportado el 2023 al menos 23 millones de metros cúbicos diarios (MMmc/d), sin embargo, debido a la caída en la producción de gas apenas llegamos a un promedio de 6,5 MMmc/d.
Si comparamos las ventas por exportaciones de 2023 con las que se registraron el 2014, vemos que existe una caída de un 60%, lo que se ha traducido en una caída en los ingresos por divisas para el país, pero también en una contracción significativa de la renta petrolera que beneficia a Gobernaciones, Municipios, Universidades Públicas, Renta Dignidad Fondo Indígena y otros.
Es importante recordar que los diferentes beneficiarios de la renta petrolera no aceptaron crear fondos de desarrollo productivo, ahorro o estabilización que hubieran permitido diversificar las economías subnacionales y, por otra parte, ahorrar en época de bonanza para dar sostenibilidad al gasto e inversión social en las épocas de contracción de ingresos como la actual.
Lamentablemente la política hidrocarburífera fue rentista y financió el despilfarro tanto a nivel nacional como subnacional.