Después de tres años Bolivia exporta menos de lo que importa.
(#RadarEnergetico).- La caída generalizada de precios internacionales; la baja producción de hidrocarburos y de bienes no tradicionales, los insufribles bloqueos, la tardía asignación de cupos y las rencillas políticas, han hecho que las exportaciones hayan sufrido una de las mayores caídas históricas, por 2.523 millones de dólares, en la gestión que termina, según el análisis del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en base a datos del INE.
En el detalle; el sector hidrocarburos cayó 32%, las no tradicionales 27% y los minerales 13%.
Luego de 3 años consecutivos de superávit entre 2020 y 2022, Bolivia vuelve al déficit comercial en la presente gestión, con 177 millones de dólares.
Las exportaciones de Bolivia habían registrado el año 2022 un hito histórico por 13.600 millones de dólares; se calcula que este año estén en alrededor de 11.000 millones de dólares, cifra similar al de las importaciones.
ANÁLISIS
“A la luz de los indicadores que deja la gestión 2023, urge tomar decisiones inteligentes y valientes, la hora del sinceramiento ha llegado. El INE da cuenta que Bolivia crece; que hay baja inflación; que la desocupación ha caído, es verdad, pero, del análisis de tales indicadores y otros relacionados -déficit fiscal, deuda pública, nivel de Reservas Internacionales Netas, acceso a los dólares, abastecimiento de combustibles– debemos respondernos desapasionadamente: ¿Crecer por debajo del 3% es lo mejor que podemos hacer? ¿Quién garantiza que la inflación menor al 1,5% de hoy se mantenga a futuro? ¿Los empleos son dignos y de calidad?”, reflexionó el Gerente General del IBCE, Gary Rodríguez, a tiempo de cuestionar si estamos dando la importancia que merece el comercio exterior, siendo que tiene que ver directamente con el desempeño de la economía, la estabilidad y la calidad de vida de las personas.
“El bajo crecimiento y el retorno al déficit comercial en 2023 muestran que no”, enfatizó.}
En ese marco, planteo que temas como seguridad jurídica; propiedad de la tierra; castigo al avasallamiento; sanción a los bloqueadores; eliminación de cupos a la exportación; pleno uso de la biotecnología en el agro; incentivo a la producción de biodiesel en el sector privado; y, productividad/competitividad, deben ser parte de una agenda público-privada, especialmente frente a un 2024 complicado en el ámbito internacional.
“Nadie nos va a regalar un solo dólar, cada país tiene sus propios problemas, dependemos de nosotros mismos para dar solución a nuestras carencias”, planteó.