“Si nosotros queremos ser un país atractivo para la inversión debemos generar normativa atractiva para el inversionista”.
- Vea la entrevista a Iver Von Borries>
(RE).- Hay algo en lo cual parecen estar de acuerdo casi todos los actores del sector hidrocarburos; que después de 16 años ha llegado el momento de hacerle cambios a la actual ley.
El 17 de mayo de 2005, después de meses de discusiones apasionadas, el presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez promulgaba la Ley de Hidrocarburos 3058, ante la negativa a promulgarla del entonces presidente de la República, Carlos Mesa.
Una ley pensada para recaudar más recursos para el Estado, después de intensas argumentaciones de que la anterior ley no era beneficiosa para el país, pese a tener pocos años de vigencia y que los proyectos estaban en una etapa de inversión.
Por qué entonces se necesitan reformas a la actual ley, le preguntó Radar Energético al Dr. Iver Von Borries, abogado, especializado en gas y petróleo, socio del buró Wayar & Von Borries, unos de los bufetes más reconocidos del país.
“El problema es que nos hemos ido, en la teoría del péndulo, de un extremo a otro”, antepone el jurista. “Lo fundamental es tener una ley equilibrada, no una ley politizada”, dice, argumentando que las decisiones extremas no han sido beneficiosas.
“Si nosotros queremos ser un país atractivo para la inversión debemos generar normativa atractiva para el inversionista. Debemos generar reglas claras y demostrar que el potencial que tenemos puede ser aprovechado. El gobierno tiene que analizar las razones por las cuales los inversionistas extranjeros no han estado llegando a Bolivia en los últimos 15 años, y luego de hacer ese análisis deben cambiarse las cosas”. “No basta hacer agendas que queden en papeles”, reflexiona Von Borries.
Uno de los cambios que introdujo la actual ley es la uniformidad en la tributación directa (regalías) para todos los campos de gas y petróleo del país. Hasta ese momento los campos descubiertos antes de la vigencia de la anterior ley (#1194 de 1996), pagaban 50% y los campos que se descubrirían luego de promulgada esa ley, iban a pagar 18% de regalías. Ese último número fue clave para la atracción de inversiones. Sin embargo, hubo objeciones a otros aspectos que se consideraron muy favorables a las empresas extranjeras.
“El anterior marco normativo era totalmente favorable al inversionista, en lo cual no estoy de acuerdo. Sin embargo, si hablamos de un ‘government take’ (renta petrolera), es lógico que cualquier inversionista no se va sentir atraído a invertir si consideran no solamente que está en un ambiente de alto riesgo, que ofrece poca seguridad jurídica y un ambiente donde además no va a poder recuperar su inversión dentro del tiempo que la empresa se ha propuesto hacerlo”, argumenta el abogado en entrevista vía Zoom con Radar Energético.
ASPECTOS PUNTUALES
Los cambios a la actual ley de hidrocarburos no solo “pueden hacerse, sino que deben hacerse”, asegura Von Borries. “Se necesita modificar la actual ley, porque el marco constitucional es muy difícil modificarlo”, complementa.
En ese marco, identifica tres aspectos puntuales que deberían ser la columna central de una reforma a la norma gasífera.
La modificación debe estar en lo referido a la renta petrolera. Y dentro de ese aspecto, “la alícuota del IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) no debe ser una tasa fija sino progresiva. No puede afectar a todos los campos por igual”, argumenta.
Otro tema vital, es que se deben suscribir acuerdos de estabilidad tributaria. “Debemos garantizarle al inversionista que en el momento que está entrando, lo está haciendo bajo un marco jurídico determinado con ciertos impuestos que son conocidos”.
Otro aspecto fundamental es el tema de la simplificación y estandarización de trámites. “Hoy lamentablemente tenemos un monstruo de tres cabezas donde la ANH, YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos no terminan de ponerse de acuerdo en muchas cuestiones que deberían ser simples tramites de rigor, ni siquiera voy a mencionar a Sustancias Controladas que siempre fue un calvario para las empresas”, reclama.
“Las empresas lo que necesitan es dinamismo en el negocio y lamentablemente hay muchas trabas burocráticas y problemas que siguen igual desde hace 20 años”, describe el jurista.
ARGUMENTOS
Según el entrevistado, las razones para modificar el marco legal del sector hidrocarburos, se apoyan en aspectos que son notorios en la realidad gasífera del país.
La declinación de reservas y la escasez de inversiones en exploración, una relacionada con la otra. “La única forma de hacer crecer las reservas es con exploración”, dice. La exploración ha sido precisamente el punto más débil del actual marco legal.
Asimismo, en la norma actual, además del 50% de regalías, las empresas deben pagar todos los tributos generales con lo que la carga tributaria boliviana se convierte en la más alta del continente y la segunda mayor del mundo, tomando el Estado más del 90% del negocio gasífero.
“Es muy importante que nuestras normas sean amigables, sean pro inversión y ofrezcan seguridad jurídica”, apunta Iver Von Borries.