Bolivia y Argentina están negociando la séptima adenda que remplazará la que está vigente hasta el 31 de diciembre.
Sólo 5,9 millones de metros cúbicos diarios (MMmc/d) es el volumen de gas natural enviado por Bolivia hacia Argentina durante el mes de noviembre. Según la adenda vigente el volumen base de demanda debe ser de 7,5 MMmc/d.
El número contrasta con los volúmenes de invierno, entre mayo y septiembre, cuando se exportó 14 MMmc/d en promedio en esos meses de alta demanda.
Desde octubre bajó la demanda de gas a 7,7 millones en contraposición a la subida de las temperaturas y por lo tanto de menor consumo del energético para la calefacción.
Julio fue el mes de mayor consumo argentino de gas boliviano cuando demandó 15 MMmc/d. Todos los datos, según el regulador argentino Enargas.
Se espera que los volúmenes se mantengan bajos hasta abril cuando comienzan nuevamente a descender las temperaturas.
En ese marco, Bolivia y Argentina están negociando volúmenes y precios para 2023, año que seguirá siendo complejo para el inventario gasífero argentino que contabiliza como producción propia 140 MMmc/d, y que en invierno necesita 180 MMmc/d.
Parte de ese restante irá de Bolivia, un país que está produciendo cada vez menos gas y que tiene la necesidad de satisfacer, además, al mercado de Brasil y al creciente y subsidiado mercado interno boliviano.