Bajar los precios del gas es una prioridad para el ministerio de Energía de Brasil. La nacionalización de 2006 echó por tierra las inversiones en el sector y hoy Bolivia vive las consecuencias.
(#RadarEnergetico)_ Desde 1999, Bolivia le ha exportado gas natural a Brasil por más de 30.000 millones de dólares. El negocio fue impulsado en la década de los 90´s por diferentes gobiernos bolivianos y por la estatal brasileña Petrobras, en un contrato de 20 años que desde su culminación tuvo varias adendas.
En el pico de la demanda, Bolivia envió a Brasil hasta 31 millones de metros cúbicos diarios (MMmc/d), siendo el principal abastecedor de las industrias brasileñas, especialmente de San Pablo, centro económico de Brasil.
Con el declive de la producción boliviana en los últimos años, la exportación se ha visto limitada, pero con la finalización del mercado de gas argentino, quedarán algunas moléculas que se podría llevar Brasil, al menos por algunos años, mientras la declinación se acentúa o mientras se encuentran nuevos reservorios en Bolivia.
En ese sentido, en el marco de la visita de Estado del presidente de Brasil, Lula da Silva a Bolivia, un grupo de empresarios brasileños llegarán a Santa Cruz de la Sierra esta semana entrante, para intentar obtener un gas en un precio menor al que actualmente lo tienen de otras fuentes.
«Vamos a hablar con las autoridades y ver qué es posible», dijo Lucien Belmonte, presidente ejecutivo de Abividro, una asociación industrial de empresas de vidrio, citado por la agencia de noticias Reuters.
Los empresarios ya estuvieron en ocasiones anteriores en Bolivia en busca de obtener gas natural, cuando el mercado brasileño se liberalizaba y ya no era necesaria la intermediación de Petrobras para sus compras.
A pesar de que los empresarios desconocen qué volúmenes y qué precios estarán disponibles a partir de octubre cuando finalice el contrato con Argentina, están dispuestos a escuchar las opciones, mucho más en un momento en que la estatal boliviana, YPFB, debe asegurar compradores del gas remanente.
“Los representantes brasileños esperan aprovechar la visita presidencial para impulsar las negociaciones y eventualmente firmar un acuerdo directamente con YPFB, lo que según ellos les permitiría obtener un precio más bajo que si compraran a través de la petrolera estatal brasileña”, según la agencia.
«Estamos buscando una oportunidad, lo que podría ser una oportunidad, para recuperar competitividad para la industria», afirmó Belmonte.
Bajar los precios del gas es una prioridad para el ministerio de Energía de Brasil.
Actualmente, la industria brasileña consume alrededor de 40 millones de metros cúbicos diarios y cerca de un tercio proviene de Bolivia.
Por su parte, la demanda brasileña representa alrededor de la mitad de la producción boliviana de gas natural. En 2023, Brasil demandó 16 MMmc/d y en el primer semestre de 2024, la cifra descendió a 12 MMmc/d, aproximadamente.
Bolivia y Brasil han tenido lazos de integración energética desde principios del siglo 20, sin embargo, no fue sino hasta inicios de la década de los 90´s que se trazó una hoja de ruta para que finalmente en 1996 se firmen contratos, se construya el gasoducto Bolivia-Brasil (Gasbol), el mayor ducto de gas del continente, y finalmente, en julio de 1999 fluya el gas boliviano al corazón económico de Brasil.
La nacionalización de 2006, echó abajo el engranaje de las inversiones en el sector hidrocarburos, algo que 18 años después, tal vez Lula quiere comenzar a reparar en esta visita, luego de haber sido permisivo con la medida a pesar de que la mayor afectada fue Petrobras y cuyas consecuencias las vive hoy el sector hidrocarburos de Bolivia. Una caída del 50% de la producción en la última década.
La pregunta es, si los empresarios brasileños se llevarán de vuelta un poco más de gas y a menor precio.