Las positivas perspectivas del metal han sido respaldadas por una serie de bancos líderes.
El oro continuó su repunte histórico el lunes estableciendo otro máximo récord, ya que los últimos datos de inflación de Estados Unidos impulsaron aún más las expectativas de un recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal el próximo junio.
El oro al contado alcanzó un máximo histórico de 2.265,53 dólares por onza en las primeras horas de negociación, un aumento del 1,6% con respecto al precio de cierre del jueves, antes de recortar algunas ganancias a 2.247,16 dólares por onza.
El indicador de inflación subyacente preferido por la Reserva Federal, el índice básico de gastos de consumo personal, se enfrió en febrero, según mostraron los datos del viernes, cuando muchos mercados estaban cerrados. Esto se sumó a los argumentos a favor de una reducción de los costos de endeudamiento y, lo que es más importante, de que los inversores giraran hacia los lingotes, que no generan rendimientos.
Una serie de factores positivos ya han hecho subir el lingote alrededor de un 14% desde mediados de febrero. Entre ellos se incluyen la perspectiva de una flexibilización monetaria por parte de los principales bancos centrales y las elevadas tensiones en Oriente Medio y Ucrania.