El metal blanco subió hasta un 2,8% a 32,71 dólares la onza el jueves, ampliando su ganancia anual al 37%.
La plata alcanzó su nivel más alto desde 2012, impulsada por las expectativas de recortes adicionales en las tasas de interés de la Reserva Federal, lo que impulsó la demanda de metales preciosos.
El metal blanco subió hasta un 2,8% a 32,71 dólares la onza el jueves, ampliando su ganancia anual al 37%.
Este aumento se produce tras un amplio repunte de los metales preciosos, en el que el oro alcanzó otro máximo histórico.
La plata se ha convertido en uno de los productos básicos con mejor desempeño del año, beneficiándose del giro de la Fed hacia una política monetaria más flexible la semana pasada y la perspectiva de nuevos recortes de tasas, que respaldan a metales que no ofrecen rendimiento como la plata.
Según Sprott, la plata ocupa el segundo lugar, después del petróleo, como uno de los productos básicos más utilizados, con más de 10.000 aplicaciones en todo el mundo, incluidas en tecnologías de energía limpia.
La plata es un componente clave de las células fotovoltaicas que se utilizan en la energía solar. Un panel solar medio requiere 20 gramos de plata, y los vehículos eléctricos utilizan entre 25 y 50 gramos de plata.
En 2023, el mercado de la plata experimentó un déficit de oferta del 15% y, entre 2020 y 2024, se espera que el mercado enfrente un déficit acumulado de 1.093,4 millones de onzas.
A pesar de las recientes ganancias, los precios siguen muy por debajo del máximo histórico de casi 50 dólares, alcanzado en 2011.
