El crecimiento de la actividad de perforación en EE. UU. se está estancando.
La demanda de plataformas marinas para la perforación en el extranjero se ha disparado este año incluso cuando el crecimiento de las plataformas petroleras en EE. UU. se ha estancado. Según Baker Hughes, ahora hay 622 plataformas petroleras en funcionamiento en los EE. UU., frente a las 683 en funcionamiento en marzo de 2020 al comienzo de la pandemia y sin cambios desde hace seis semanas. Esto ha provocado que las tarifas diarias se disparen y que las acciones de los contratistas de perforación también.
Las grandes petroleras estadounidenses Exxon Mobil, Chevron y ConocoPhillips ya han asegurado las plataformas que necesitan en el país, mientras que sus rivales privados muestran poco interés por la expansión debido a restricciones presupuestarias y menores precios del crudo.
Estas grandes petroleras también están moviendo más de su perforación en alta mar y en el extranjero porque las oportunidades de esquisto de EE. UU. ahora están limitadas con toda la superficie en acres principal ya ocupada.
Las compañías petroleras nacionales (NOC, por sus siglas en inglés), incluidas las de Arabia Saudita, Abu Dhabi y Kuwait, están actualmente expandiendo la producción en alta mar, ya que buscan recuperar la participación de mercado de las grandes, que últimamente se han centrado más en devolver el exceso de efectivo a los accionistas en forma de dividendos y recompra de acciones en lugar de expandir la producción.
En el sector del gas natural, la demanda de unidades flotantes de almacenamiento y regasificación de GNL (LNG-FSRU, por sus siglas en inglés) ha aumentado considerablemente este año, y Europa se enfrenta a una restricción del suministro de energía a medida que Rusia ha reducido progresivamente los flujos de gas por gasoducto.
La demanda de importaciones de GNL se ha intensificado después de que las rupturas en el sistema clave de gasoductos Nord Stream anularon cualquier posibilidad de que Rusia volviera a abrir sus grifos de gas. Esto ha obligado a docenas de países de Europa a recurrir a las FSRU o terminales flotantes de GNL, que son esencialmente terminales móviles que descargan el combustible superenfriado y lo canalizan a las redes terrestres.
Actualmente, hay 48 FSRU en funcionamiento en todo el mundo, y Rystad Energy reveló que todas menos seis de ellas están bloqueadas en contratos a plazo.
Según el grupo de expertos en energía Ember, la UE ha alineado planes para hasta 19 nuevos proyectos FSRU a un costo estimado de 9.500 millones de euros.
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