El año cerró con precios spot récord en Europa y Asia, ya que el suministro de gas natural se mantuvo muy ajustado.
(#RadarEnergetico).- El consumo mundial de gas natural se recuperó un 4,6 % en 2021, más del doble de la caída observada en 2020. El fuerte crecimiento de la demanda en 2021 fue impulsado por la recuperación económica que siguió a los cierres del año anterior y por una sucesión de fenómenos meteorológicos extremos.
La oferta no mantuvo el ritmo, lo que, combinado con interrupciones inesperadas, llevó a fuertes aumentos de precios, frenando el crecimiento de la demanda en la segunda mitad de 2021, dice el ‘Informe del mercado de gas, primer trimestre de 2022’, de la Agencia Internacional de Energía (IEA), con datos al cierre del año anterior.
El año cerró con precios spot récord en Europa y Asia, ya que el suministro de gas natural se mantuvo muy ajustado. La dirección de la demanda a corto plazo dependerá del clima durante el resto de la temporada de frio en el hemisferio norte.
“Los precios excepcionalmente altos del gas, y por extensión de la electricidad, han perjudicado a los consumidores, los servicios públicos y los mayoristas, y es probable que tengan un impacto negativo duradero más allá de estacional actual. Los efectos no se limitan a Europa, ya que los mercados de todo el mundo experimentan las dolorosas consecuencias de los altos precios del gas”, indica el informe.
En Europa, la flexibilidad limitada del suministro de gasoductos rusos y los niveles de inventario de almacenamiento subterráneo por debajo del promedio, provocó ansiedad adicional desde el comienzo de la temporada fría.
El informe concluye que “la situación actual del mercado es un claro recordatorio para los países consumidores de gas de la importancia de implementar y actualizar sus cajas de herramientas de seguridad del suministro, incluidas las políticas para proteger a los consumidores y optimizar el uso de la infraestructura de gas, especialmente el almacenamiento”.
PERSPECTIVAS
Es probable que los patrones climáticos sigan siendo el principal impulsor tanto de los precios como de la volatilidad en las próximas semanas, aunque también hay otros factores físicos, comerciales y geopolíticos en juego, dice la IEA.