La caída en los precios se debe principalmente a un exceso de oferta y a la moderación en las ventas de vehículos eléctricos.
(#RadarEnergetico)_ El 7 de noviembre de 2022, fue un día histórico para el litio. La tonelada del metal liviano nunca había costado tanto. Ese día el precio spot del carbonato de litio equivalente (LCE) en china llegó a cotizar en 80.909 dólares, mientras que los contratos futuros cotizaron en 60.000 dólares la tonelada. En cualquier caso, números impensados.
Hoy el precio del litio cuesta alrededor de 10.000 dólares, menos de un tercio de lo que valía exactamente un año y 87% menos de lo que valía hace dos años.
La tendencia ha puesto en aprietos a decenas de empresas dedicadas a la explotación del metal clave para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y para la electrónica.
La caída en los precios se debe principalmente a un exceso de oferta y a la moderación en las ventas de vehículos eléctricos, cuya producción depende en gran medida del litio para las baterías.
Según el Statistical Review of World Energy, la más confiable recopilación anual de datos a escala mundial, la producción mundial de litio ha experimentado un crecimiento notable, pasando de 9.500 toneladas métricas en 1995 a 198.000 toneladas métricas en 2023. Este crecimiento refleja un aumento de la demanda impulsado por el papel esencial del litio en las baterías para vehículos eléctricos y el almacenamiento de energía.
Las mismas son producidas en un 43% por Australia, 28,5% por Chile, 16% por China, 4,8% por Argentina, 2,5% por Brasil, 1,7% por Zimbabwe y 0,6% por Estados Unidos, etc.
ARGENTINA
Si bien Australia y Chile lideran la producción, Argentina ha estado muy activa en los últimos años en la implementación de proyectos.
En la actualidad existen 47 prospectos de los cuales cuatro están en producción y seis en pleno desarrollo y con ingreso de producción en este y el próximo año.
La caída del precio, principal motivador para el desarrollo de los proyectos, ha puesto nerviosas a las empresas, pero al mismo tiempo ha generado una ola de recortes, ajustes y optimización de costos para seguir siendo competitivos.
«Ante la caída de sus ingresos, las compañías priorizan generar efectivo y recortar costes para mantener un balance saludable y ser capaces de superar los desafíos actuales. Por supuesto, esto alcanza también a los proyectos en Argentina», apunta Fernando Zevallos Sulca, analista senior de CRU, consultora británica especializada en mercados de minerales, metales y fertilizantes, citado por la agencia EFE.
Según fuentes oficiales, varias empresas han manifestado su intención de acogerse al RIGI para las millonarias inversiones en litio que planean hacer, entre ellas la surcoreana Posco (2.000 millones de dólares); la china Ganfeng (1.000 millones); Eramine participada por la francesa Eramet y la china Tsingshan (entre 800 y 1.000 millones); y la anglo-australiana Rio Tinto (300 millones).
El RIGI es el régimen especial aprobado por el Gobierno de Milei para fomentar grandes inversiones en diferentes ámbitos de la economía argentina.
Entre tanto, las empresas esperan que la sequía de precios del litio no sea tan prolongada en un sector que ha dado grandes pasos, pero que aún no ha tomado vuelo para su consolidación.
