Argentina está tomando protagonismo y podría exportar su gas a Brasil pasando por los ductos bolivianos que quedarán semivacío. Además, planea exportar GNL en los próximos años. Mientras Bolivia aún no define cambios que son urgentes en su marco legal para ser atractiva a las inversiones.
(#RadarEnergetico)_ «Creo que Argentina no solamente va a ser el neto proveedor de energía de Bolivia, sino del Cono Sur”, dice Álvaro Ríos Roca, exministro de Hidrocarburos y Socio Director de Gas Energy Latín América (GELA).
El panorama energético regional, el cual Ríos viene estudiando desde hace tres décadas, ha tenido cambios a lo largo de ese periodo. Vio el florecer de la industria gasífera con la construcción del gasoducto Bolivia-Brasil, en los años 90´s, la amplia capacidad productiva y exportadora boliviana y, ahora el declive. De producir 60 millones de metros cúbicos diarios en 2015, con datos a junio de 2024, Bolivia produce 31 millones. La mitad.
Hasta hace unos años, nuestro país era visto como el gran proveedor de gas natural de la región del Cono Sur, ahora el panorama es diametralmente diferente.
«Estamos transitando un camino contrario al de Argentina: de ser un país neto exportador de energía con elevados impuestos, a ser un país netamente importador, con elevados subsidios y esa ecuación no funciona”, sentencia Ríos.
Considera que, la importación de crudo argentino, anunciado a inicios de marzo por el gobierno boliviano, es el primer paso hacia la dependencia energética de Bolivia del vecino del sur.
Horacio Marín, presidente de la estatal Argentina YPF, dijo en abril en un foro energético en Cartagena, Colombia que, según el plan de desarrollo de los yacimientos de Vaca Muerta, “a inicios de 2030 Argentina debería estar produciendo 120 MMmc/d diarios”, el doble de lo que produce actualmente.
Andrés Armijos, responsable de LATAM en la consultora Welligence Energy Analytics, con base en Houston, analiza que Bolivia desde 2014 no ha tenido éxito en sus planes exploratorios para reponer reservas y consideró que «la realidad es que no apunta bien a ser un país que tenía un superávit inmenso asociado a la producción, no solo de gas para el mercado doméstico sino también para exportar», citado por Mas Energía.
DE SUR A NORTE
Los especialistas aseguran que Neuquén, la provincia argentina donde se encuentran los yacimientos de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta, será la proveedora de energía por excelencia del Cono Sur, desplazando a Bolivia en este rol estratégico, el cual no supo sostener.
«Ahora Argentina empieza a avanzar con la infraestructura y el crecimiento de su producción, lo que es un cambio importante en lo que es la dinámica de mercado del Cono Sur. Antes siempre se hablaba de que Bolivia estaba supliendo a Brasil y Argentina, pero ahora eso está cambiando, el gas está fluyendo hacia el norte. Entonces en verdad Bolivia se está quedando totalmente fuera y no ha podido atraer inversiones», retrata Armijos.
Álvaro Ríos considera que Argentina perderá, por falta de inversiones, el interés en los hidrocarburos convencionales y que la producción no convencional será la que imponga su supremacía. Aseguró que «toda la energía va a salir de Neuquén. Argentina, en la medida en que produzca más petróleo, va a producir más condensado y más gas natural, va a tener más GLP. Y esos volúmenes exportables tienen que salir hacia algún lado», dijo, al apuntar como destinos «naturales» Paraguay, Chile y Bolivia.
“Argentina tiene una oportunidad de exportar gas a la región que no tiene precedentes históricos, gracias al enorme potencial de Vaca Muerta. Puntualmente este invierno podríamos tener algunos problemas de abastecimiento en el gasoducto del norte por dilaciones en las obras de transporte, pero es meramente coyuntural. Fuera de esto, el panorama para el país es extraordinariamente bueno”, aseguró el exsecretario de Hidrocarburos de Argentina, José Luis Sureda, citado por Mejor Energía TV.
En abril, luego de una reunión de cancilleres en la que Brasil y Argentina alinearon intereses, la diplomática representante del Gobierno de Javier Milei, dijo que “todo esto es de interés mutuo. La producción está en Argentina y la necesidad está en Brasil. La producción satisface nuestras necesidades y las de Brasil. Entonces hay un alineamiento de intereses”, afirmó Diana Mondino.
Aunque para exportar grandes volúmenes a Brasil y otros mercados, Argentina ha puesto en marcha el proyecto Argentina LNG que estaría listo antes de finales de la década, pero mientras eso ocurre, el gas se enviará vía los ductos actuales, incluidos los bolivianos.
Al respecto, Marín, de YPF, argumenta que no ve “a Brasil que en 20 años siga consumiendo el gas de afuera, pero lo veo como un mercado de oportunidad donde argentina tiene que tomar ventaja”, acotando que a Brasil se le debe exportar mediante el proyecto de GNL y, sólo “por un tiempo”, por los gasoductos bolivianos.
Esta semana estuvo en Bolivia el presidente de Brasil, Lula da Silva, con una amplia agenda, pero en el tema energético, según fuentes del sector petrolero, su principal misión fue garantizar que los ductos bolivianos sean utilizados para que el mercado brasileño reciba gas argentino.
“Va tornándose realidad la exportación de gas argentino a Brasil a través de gasoductos con capacidad ociosa en Bolivia, y lo destacable es que los productores privados llegan a usuarios privados, fomentando la competencia”, dijo Álvaro Ríos, luego de la visita de Lula.
BRASIL
Ante este panorama, el juego pareciera ser entre los dos gigantes del continente; Brasil y Argentina.
Por un lado, Brasil como único comprador del gas boliviano por algunos años más, y Argentina en un rol invertido, ya sea vendiendo gas a Brasil vía los gasoductos bolivianos y en el futuro cercano, exportándole gas a Bolivia.
La fortaleza de los yacimientos de Vaca Muerta y su creciente capacidad de producción de gas natural y de petróleo lo ubican como el nuevo jugador importante para abastecer la región.
Un ejemplo de ello, es la compra de 8 buques de petróleo argentino por parte de YPFB para abastecer el mercado boliviano.
Es una muestra del nuevo escenario que se comienza a estructurar en la región donde Argentina empieza a tener más protagonismo a partir del éxito de sus yacimientos de Vaca Muerta y, Bolivia va quedando rezagada en un mercado que otrora fue suyo y que, por la falta de exploración, y por ende de reservas, fue perdiendo capacidad de producción.
En poco tiempo, según estimaciones de GELA, Bolivia importará también GLP y finalmente gas natural, sin que los operadores sectoriales reaccionen para generar soluciones de fondo, las cuales los analistas consideran que están ligadas a la eliminación de los altos subsidios y a la escasa inversión debido a lo poco atractivo de las condiciones legales y fiscales, entre otros.
En síntesis, un sector atrapado en las malas decisiones políticas, habiendo perdido mucho tiempo, el cual en esta industria no es recuperable.
“Vamos a ser terminar siendo dependientes de las importaciones de gas de Argentina”, dice Álvaro Ríos.
Pareciera sólo cuestión de tiempo.