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Corte Suprema de Chile otorga $us 1,4 millones a 31 de los 33 mineros atrapados en 2010

Los hombres recibirán alrededor de $us 48,000 cada uno. Solo dos de los mineros se negaron a participar en la acción legal.

La Corte Suprema de Chile otorgó $us 1,4 millones a 31 de los 33 mineros que quedaron atrapados durante dos meses, allá por 2010, a 700 metros bajo la superficie en la mina San José, ubicada en la norteña Región de Atacama.

El fallo de la tercera sala del máximo tribunal señala que el Estado chileno “incurrió en falta de servicio” ya que dos de sus organismos, el Servicio Nacional de Geología y Minería, Sernageomin, y la Dirección del Trabajo, incumplieron con su obligación legal de realizar inspecciones preventivas adecuadas.

Según el tribunal, de haberse realizado dichas inspecciones, no se habrían autorizado las actividades en la mina San José.

El 5 de agosto de 2010 colapsó la mina de oro y cobre San José, un pequeño yacimiento ubicado entre colinas desérticas y polvorientas cerca de la ciudad de Copiapó. La mina es propiedad de una empresa llamada San Esteban Primera.

Nadie sabía si los mineros estaban vivos o muertos hasta que pudieron llevar una nota a la superficie en una sonda enviada por las autoridades el 22 de agosto. “Estamos bien en el refugio, los 33”, decía la nota. escrito en tinta roja.

Trece años después del accidente, la Corte dictó sentencia rechazando un recurso interpuesto por el Consejo de Defensa del Estado, que buscaba revocar un fallo que ordenaba al fisco indemnizar a los mineros rescatados por daño moral. Por lo tanto, los hombres recibirán alrededor de $us 48,000 cada uno. La cifra había sido fijada en una resolución de la Corte de Apelaciones de Santiago en 2021.

Solo dos de los mineros se negaron a participar en la acción legal. El resto argumentó que un adecuado seguimiento e inspecciones por parte del Sernageomin y la Dirección del Trabajo habrían evitado una serie de incumplimientos normativos y de seguridad por parte de la empresa y, por ende, el incidente que los mantuvo bajo tierra durante 69 días. La sentencia de la Corte Suprema, en última instancia, confirmó este argumento.

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