La entidad que agremia al sector privado califica la situación actual como “crítica” y avisa que “la ausencia de nuevos proyectos no permite vislumbrar descubrimientos”.
(#RadarEnergetico)_ Al conmemorar los 100 años del inicio de la explotación petrolera en Bolivia, con el pozo Bermejo-2, ocurrida el 25 de junio de 1924 cuyo pozo continúa produciendo, la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), que aglutina a las empresas del sector privado, expresó su preocupación por la “situación crítica” que atraviesa el sector, lo que ha llevado a una “progresiva caída de la producción de gas”, dice la entidad en un comunicado.
“Hoy el sector enfrenta una situación crítica. No obstante, las empresas están cumpliendo con sus contratos y están desarrollando diferentes proyectos y mejoras con el objetivo de mitigar la declinación natural de los campos y sumar nuevos volúmenes a la producción. También hay importantes esfuerzos de YPFB. Sin embargo, aún si los resultados son positivos, no son suficientes para aumentar sustancialmente la oferta de gas natural, que está por debajo de los 40 millones de metros cúbicos diarios”, dice la entidad sectorial que en agosto cumple 38 años.
La CBHE recuerda que desde 2006, el país se ha beneficiado con alrededor de 48.000 millones de dólares producto de la explotación de hidrocarburos, sin embargo, estos ingresos se han reducido cada año, llegando a una situación crítica de desbalance energético, de importar más de lo que se exporta.
Asimismo, expresa su inquietud por la cada vez mayor participación proporcional de los volúmenes de gas destinados al mercado interno, “cuyo precio está muy por debajo de los precios de exportación”. Esta ecuación implica que, a medida que más cae la producción, es menor el precio que se paga por ella y, por lo tanto, “son mayores los esfuerzos que se requieren para hacer atractivas las nuevas inversiones”.
El precio para el mercado interno está en alrededor de 1 dólar por millón de BTU, sin embargo, los mercados externos pagan entre 8 y 10 dólares por la misma unidad.
En su repaso de la situación sectorial, muy desmejorada en los últimos años, la CBHE avisa que “la ausencia de nuevos proyectos no permite vislumbrar descubrimientos y desarrollos en el mediano plazo”, y que lo se está ejecutando en la actualidad es producto de los contratos migrados en 2007 por obligaciones legales a partir de la nacionalización y que los mismos “irán concluyendo progresivamente hasta mediados de la próxima década”.
En ese marco, da a entender que, si no se hace nada, en 10 años el sector petrolero boliviano desaparecerá. Por ello -plantea- “el país debe brindar condiciones para la inversión en exploración y producción, a través de cambios normativos, que posibiliten un equilibrio entre la factibilidad técnica y el riesgo económico”.
“Sólo la atracción de inversiones a gran escala, podría permitir una recuperación”, enfatiza.
Por otro lado, la institución que fue impulsora de los grandes proyectos que le dieron vida al sector hidrocarburos en los últimos 30 años, dice que, es esencial “la búsqueda de nuevos mercados”, sin los cuales, “no es factible proyectar el negocio en el mediano y largo plazo”.
Finalmente, la CBHE, asegura que hay “certeza de que existen condiciones geológicas para prolongar por muchos años la actividad que hoy conmemora sus cien años”.
La producción de gas natural y de hidrocarburos líquidos ha caído en 50% aproximadamente en la última década y los proyectos ejecutados en los últimos años no han dado resultados positivos comercialmente.
Un plan de inversiones de YPFB parece ser insuficiente en un país donde se perforan no más de 3 pozos por año, cuando lo recomendable, según analistas y petroleros consultados, debería ser al menos 20 pozos.
La razón está anclada en las condiciones legales, fiscales y comerciales que colocan al país como muy poco atractivo para las inversiones de riesgo.