La dictadura cubana tiene atrapados a sus ciudadanos entre apagones y racionamientos. La crisis energética de Cuba, caracterizada por frecuentes apagones y escasez de combustible, está causando importantes dificultades económicas y malestar social.
Cuba se ha ido hundiendo cada vez más en una crisis energética que ha sumido a sus ciudadanos en la oscuridad y la incertidumbre sobre el futuro de la seguridad energética del país. La crisis más reciente comenzó el 17 de octubre, cuando se ordenó a los trabajadores no esenciales que se fueran a sus casas para ayudar a reducir la demanda de energía. Sin embargo, este intento fracasó y una de las principales centrales eléctricas de Cuba, Antonio Guiteras, cerró, junto con varias otras instalaciones.
Gran parte del sistema energético cubano está obsoleto y años de falta de inversión lo hacen muy vulnerable. Muchos dicen que algunas de las centrales eléctricas más importantes del país no se construyeron de acuerdo con las normas establecidas. La Antonio Guiteras se construyó en 1989 y ha sido reparada tantas veces, debido a la falta de fondos, que apenas sobrevive.
El gobierno ha culpado al embargo comercial con Estados Unidos, que dura 62 años y que dificulta la importación de combustible, de la escasez de energía.
Anteriormente, los aliados de Cuba, Rusia y Venezuela, ayudaron a la isla caribeña a gestionar su seguridad energética, pero ahora ambos países enfrentan sus propios desafíos. Washington ha respondido diciendo que la crisis actual se debe en gran medida a la mala gestión de las finanzas por parte del gobierno cubano.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero, ha dicho que el sector privado emergente tendrá que pagar más por su energía y ha declarado que tiene como objetivo aumentar la capacidad de energía renovable del país para mejorar la seguridad a largo plazo. El gobierno lleva mucho tiempo intentando acelerar la producción de energía renovable en Cuba, pero no ha contado con suficiente financiación pública para hacerlo. La isla disfruta de abundante luz solar, lo que podría permitir el desarrollo de una sólida red de energía solar si el gobierno puede encontrar suficiente inversión.
Recientemente, Cuba llegó a un acuerdo con una empresa china para que le proporcione los materiales necesarios para desarrollar varias granjas solares a cambio de acceder a los yacimientos de níquel de Cuba. Sin embargo, muchos se preguntan si la fuerza laboral cubana tiene la experiencia necesaria para desarrollar su sector de energía solar, ya que muchos trabajadores cualificados se han ido del país debido a la crisis económica.
Los cubanos están acostumbrados a sufrir apagones periódicos de unas horas, pero en octubre el apagón duró varios días. Esto obligó a la gente a buscar leña como combustible y a consumir los alimentos que tenían antes de que se estropearan, ya que muchos ya no reciben el suministro regular de gas y parece imposible encontrar carbón. En un país donde gran parte de la población vive en la pobreza, la crisis energética está agravando el ya bajo nivel de vida.
Se ha advertido al público que no proteste por los apagones bajo amenaza de prisión. Durante las protestas de julio de 2021, cientos de cubanos que participaban en manifestaciones generalizadas fueron arrestados tras una serie de apagones.
Sin embargo, la generación de electricidad en Cuba ha disminuido a mucho menos de lo que se necesita, y el gobierno ahora suministra entre el 60 y el 70 por ciento de la demanda nacional. El gobierno estima que la producción nacional de electricidad de Cuba cayó alrededor del 2,5 por ciento en 2023 en comparación con el año anterior, y la generación ha caído un 25 por ciento en total desde 2019.
Ricardo Torres, economista de la American University en Washington DC, afirmó: «Es importante entender que el problema de la semana pasada en la red eléctrica no es algo que sucede de la noche a la mañana».
A fines de octubre, México envió un cargamento de 400.000 barriles de crudo a Cuba para ayudar a aliviar la escasez de combustible.
En noviembre, el gobierno cubano pidió a las empresas públicas y privadas que produzcan más electricidad utilizando fuentes renovables, así como que limiten el uso del aire acondicionado y adopten otras medidas de ahorro, en un decreto de 16 páginas.
Las nuevas regulaciones otorgan a los principales consumidores públicos y privados de energía un plazo de tres años para desarrollar su capacidad de energía renovable para cubrir al menos el 50 por ciento de su consumo eléctrico con fuentes verdes. Si una empresa no puede instalar paneles solares en un edificio de oficinas o una fábrica, tendrá que negociar con el gobierno para utilizar parte de su capacidad instalada de energía renovable.
Si bien las nuevas regulaciones podrían ayudar a mejorar la seguridad energética de Cuba a largo plazo, el gobierno está haciendo poco para aliviar los efectos inmediatos de la crisis energética. A menos que Cuba pueda recibir más combustible, las plantas eléctricas probablemente se verán obligadas a cerrar nuevamente, sumiendo al país en la oscuridad y exacerbando aún más la crisis económica que ya sienten muchos cubanos, pasando a una miseria energética.