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Serbia revivió su proyecto de litio y también las protestas

El proyecto de litio de Rio Tinto enfrenta nuevas protestas luego de que un tribunal dijera que la prohibición de 2022 fue ilegal. Entonces, también hubo manifestaciones en contra del mayor proyecto de litio de Europa.

Miles de activistas ambientalistas y de la oposición protestaron en Belgrado para exigir que se detenga el plan de 2.400 millones de dólares del Grupo Rio Tinto para abrir la mina de litio más grande de Europa en Serbia.

Los manifestantes marcharon por la capital coreando “No cavarán” y “Traición, traición”, la última señal de malestar contra un proyecto respaldado por el presidente Aleksandar Vucic. La multitud aumentó a unas 40.000 personas el sábado por la noche, según Archive of Public Gatherings, un grupo privado que sigue las protestas.

Los problemas ponen de relieve los desafíos que supone construir nuevas minas en Europa, al tiempo que los gobiernos intentan asegurar el suministro de minerales como el litio, que son cruciales para la transición energética. Para la segunda mayor minera del mundo, la mina serbia se ha convertido en un proyecto emblemático de desarrollo en su intento de diluir su dependencia del mineral de hierro.

El proyecto se detuvo en 2022 para calmar las protestas de activistas ambientales preocupados por la contaminación que causaría la extracción y el procesamiento del litio, un metal vital para la producción de baterías. El máximo tribunal de Serbia levantó la prohibición en julio.

La manifestación del sábado siguió a más de una docena de protestas más pequeñas en toda Serbia.

La administración de Vucic ha promocionado el proyecto como un impulso a la economía. El ministro de Finanzas, Sinisa Mali, ha dicho que la minería de litio, si se complementa con la producción local de baterías y vehículos eléctricos, podría añadir hasta 12.000 millones de euros (13.000 millones de dólares) anuales a la producción económica de Serbia.

El mes pasado, funcionarios serbios y de la Unión Europea firmaron un acuerdo para el suministro de materias primas críticas en todo el bloque, con especial atención al litio. El director ejecutivo de Mercedes Benz AG, Ola Kaellenius, y representantes de Stellantis NV también firmaron una carta de intención para invertir en el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos.

Los activistas rechazan las garantías del gobierno de que la mina cumpliría estrictos estándares ambientales.