Grupo de países ricos también dice que presentará NDC ambiciosas alineadas con 1,5°C
La reunión del grupo de las siete mayores economías mundiales (G7) concluyó este viernes (14/6), en Italia, con la promesa de acelerar las acciones de esta década para la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles, como se acordó en diciembre del año pasado en la COP28.
“Haremos una transición lejos de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, para lograr la neutralidad de carbono para 2050, de acuerdo con la mejor ciencia disponible”, dice la declaración final de la cumbre.
Luego, el grupo formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido añade que, para hacer operativos estos compromisos, «se harán esfuerzos intensivos para reducir la demanda y el uso de combustibles fósiles».
En abril, el G7 ya había acordado «acelerar los esfuerzos hacia la eliminación progresiva de la generación de energía a base de carbón sin captura de carbono y la descarbonización de los sistemas energéticos», de aquí a 2035 o en un plazo compatible con los 1,5 °C, que se mantuvo en la declaración de hoy.
Para las organizaciones ambientalistas, sin embargo, el discurso de las naciones con más recursos para impulsar la transformación económica hacia la descarbonización dejaba mucho que desear.
En un comunicado, Greenpeace afirma que los líderes del G7 deben ser más claros sobre sus prioridades y comprometerse a un aumento significativo de la financiación climática.
A principios de esta semana, un análisis de Climate Action Tracker encontró que, aunque los países ricos finalmente alcanzaron su objetivo de movilizar 100 mil millones de dólares anuales para ayudar a otras naciones con sus transiciones bajas en carbono, el volumen de recursos está lejos de ser suficiente, y el mundo sigue en camino de alcanzar un calentamiento de 2,7°C para finales de siglo.
QUÉ DICE DECLARACIÓN FINAL
Otros compromisos asumidos en Italia esta semana incluyen:
- Presentación de ambiciosas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) alineadas con el límite de 1,5°C;
- Esfuerzos para preservar los bosques y océanos y poner fin a la contaminación plástica;
- Compromiso con los países africanos para promover el desarrollo sostenible y el crecimiento industrial, a través de inversiones en infraestructura;
- Capacitar a los países para inversiones orientadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En este sentido, el G7 afirma que está movilizando a los bancos multilaterales de desarrollo para que el Banco Mundial pueda aumentar su crédito en 70 mil millones de dólares en los próximos diez años;
- Desbloquear, junto con instituciones financieras internacionales, al menos 20 mil millones de dólares en inversiones durante tres años para promover el empoderamiento de las mujeres;
- Promover un crecimiento económico global fuerte e inclusivo “manteniendo la estabilidad financiera e invirtiendo en nuestras economías para promover empleos y acelerar las transiciones digitales y de energía limpia”;
- Fortalecer el sistema de comercio multilateral basado en reglas e implementar un “sistema tributario internacional más estable y justo, adecuado para el siglo XXI”.
¿LAS ELECCIONES EUROPEAS AFECTARÁN LA ACCIÓN CLIMÁTICA?
La Cumbre del G7 se produce poco después de que las elecciones al Parlamento Europeo consolidaran importantes avances para los partidos de extrema derecha –tradicionalmente resistentes a la agenda medioambiental y climática–, mientras que los partidos verdes sufrieron una caída en el número de escaños.
Este nuevo escenario político podría tener importantes repercusiones en los objetivos climáticos de la Unión Europea (UE) y genera preocupación mundial, incluido Brasil.
Entre los analistas políticos internacionales, existe el entendimiento de que la nueva configuración del parlamento no debería significar retrocesos en lo ya acordado, pero nuevos objetivos climáticos más ambiciosos tienden a debilitarse, como la decisión de prohibir la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles a partir de 2035, impugnada por el partido de la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Ella busca un segundo mandato y la elección del próximo líder de la Comisión será un proceso crucial para dar forma al camino de la política climática de la UE.
epbr