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El oro sigue siendo un refugio en tiempos de incertidumbre

Los temores inflacionarios y las tensiones geopolíticas han contribuido al reciente repunte del oro.

“El oro es dinero. Todo lo demás es crédito”, testificó John Pierpont Morgan mientras testificaba ante un subcomité del Congreso.

Los inversores y observadores del mercado han considerado durante mucho tiempo a los metales preciosos como el refugio seguro definitivo, un lugar al que recurrir cuando el mundo parece ir al infierno en una carretilla de mano.

Este año, el nerviosismo en torno a la inflación, los disturbios geopolíticos y una posible burbuja en el mercado de valores estadounidense han ayudado a que el gráfico del oro adopte la forma de un palo de hockey.

¿POR QUÉ EL ORO ES UN REFUGIO SEGURO?

El estatus del oro como refugio seguro se remonta a siglos atrás. Utilizada como la primera moneda del mundo en el antiguo Egipto y, antes de eso, como una de las materias primas más buscadas para productos como joyas y esculturas, la humanidad le ha atribuido su valor desde que existe.

Ahora, el activo suele considerarse una protección útil contra la inflación y la incertidumbre. Su naturaleza finita contrasta marcadamente con el efectivo, que puede ser devaluado por los bancos centrales y los gobiernos cuando deciden imprimir más dinero.

Y, a diferencia de sus sucesores inherentemente inútiles (el dinero en efectivo y, últimamente, los números en una pantalla) que dependen de la confianza para funcionar, su valor físico intrínseco como depósito de riqueza y para usos prácticos lo inocula aún más contra los mismos colapsos de los que otros las clases de activos son capaces.

La historia también revela que es un activo de “diversificación” particularmente eficaz, con lo que queremos decir que su precio no tiene una relación estrecha con otros activos, como acciones o deuda.

Esto lo ha convertido en un vehículo popular liderado por inversores, ahorradores y pesimistas por igual.

Ahora que los shocks inflacionarios de 2022 y 2023 quedaron atrás en la mayoría de las principales economías occidentales, algunos comentaristas del mercado pensaron que el precio del oro comenzaría a bajar. Tasas más altas y una oferta monetaria más ajustada tienden a hacer que tener efectivo y dejar que gane intereses sea más atractivo que quedarse con oro, que no tiene un rendimiento garantizado.

Como siempre, no hay ninguna razón general que explique el aumento. Más bien, una acumulación de factores que se combinan para reflejar una creciente incertidumbre ha hecho subir el precio del oro.

Este año se están celebrando dos elecciones occidentales importantes. Y aunque es poco probable que dos tecnócratas británicos discutan este verano envíen a la gente a huir a sus refugios antiaéreos, la perspectiva de un segundo mandato de Donald Trump o, peor aún, un resultado impugnado que lleve la Constitución de Estados Unidos al punto de ruptura una vez más jugará un papel importante en la mente de los inversores.