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ENDE asegura que en los últimos años se robusteció el sistema de transporte eléctrico

Se tienen 6.906 kilómetros de líneas y 74 subestaciones, distribuidas en todo el territorio nacional.

En los últimos tres años, la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) Corporación ha ejecutado importantes proyectos para la construcción de redes eléctricas de alta tensión, que han permitido alcanzar un total de 6.906 kilómetros de líneas y 74 subestaciones, distribuidas en todo el territorio nacional. De esta manera, se robusteció el sistema de transporte eléctrico, permitiendo que la energía llegue de manera segura desde las fuentes de generación hasta los puntos de consumo, afirma la empresa.

Dos hitos importantes para el crecimiento del sistema de transporte eléctrico boliviano se llevaron a cabo en la gestión 2023, el primero fue el inicio de la exportación de energía eléctrica a  Argentina, a través de la Línea de Transmisión Juana Azurduy de Padilla en 132 kilovoltios (kV), con una capacidad de 120 megavatios (MW), que es el vínculo de interconexión de los sistemas eléctricos de Bolivia (Subestación Yaguacua) y Argentina (Subestación Tartagal). El segundo hito, fue la conclusión de la Línea de Transmisión Carrasco – Santivañez, la primera en el país con una tensión de 500 kV, que coloca a Bolivia al nivel de las naciones vecinas en materia de infraestructura de transporte eléctrico, fortaleciendo la transmisión de electricidad para los valles y el oriente boliviano, además de abastecer la demanda interna y el mercado de exportación.

A partir de la consolidación de estos proyectos, ENDE Corporación, a través de su empresa ENDE Transmisión S.A., actualmente realiza las gestiones correspondientes para la interconexión Bolivia – Brasil, con el fin de suministrar energía eléctrica a las poblaciones de Guayaramerín, Riberalta y Cobija, desde la red brasilera y comercializar electricidad al país vecino, segun una nota informativa de la empresa.

El fortalecimiento del sistema eléctrico boliviano ha permitido que ENDE garantice el suministro para el consumo en los hogares, industria, salud y educación; una muestra clara de esto es la ausencia de interrupciones abruptas del servicio eléctrico, hecho que sí se ha registrado estos últimos meses en países como México y Ecuador.