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Bolivia quiere ser parte del transporte de gas argentino hacia Brasil

“Vaca Muerta no es una amenaza para el gas boliviano sino una complementación”, dijo el presidente de YPFB.

El presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, admitió aquello que los actores del mercado energético sabían, la preocupación por el declive de la producción gasífera de la compañía que conduce, pero sorprendió al afirmar que, con su amplia red de gasoductos, podría transportar el gas producido en Vaca Muerta hacia Brasil.

De esta manera, la administración de Luis Arce ofrece a Bolivia como socia en las operaciones futuras en Vaca Muerta, como una alternativa al proceso de declive de los yacimientos bolivianos y de los ingresos de divisas que se producen por esas exportaciones. Las declaraciones de Dorgathen se produjeron recientemente en el coloquio ofrecido por la Asociación Internacional de constructores de Pipe Line y Off Shore (IPLOCA) realizado en Santa Cruz de la Sierra.

Si bien es menester realizar inversiones dirigidas a cambiar el flujo de los ductos, los ingenieros de YPFB se entusiasman ante el aumento de la producción futura del yacimiento de gas no convencional neuquino que, al mismo tiempo, aguarda por la finalización de las obras del gasoducto Néstor Kirchner que, en una primera etapa, unirá las localidades de Vaca Muerta con Saliqueló en la provincia de Buenos Aires atravesando los estados de La Pampa y de Río Negro y, en una segunda parte, cubrirá el territorio entre Salliqueló hasta San Jerónimo en la provincia de Santa Fe, tramo que permitirá aumentar en un 25% la capacidad de transporte de los gasoductos troncales de la Argentina.

Durante fines de marzo y los primeros días del mes de abril, los funcionarios que responden a la secretaría de Energía que conduce Flavia Royón, supervisaron la finalización de las obras de cruces especiales de la Ruta Nacional 35 y las Rutas Provinciales 18 y 9 de La Pampa.

Consultados acerca de las recientes declaraciones de los funcionarios de YPFB que ofertarán sus gasoductos para llevar fluido a la voraz industria brasileña, afirmaron que “la propuesta va en línea con la caída de su oferta. Ofrecieron menos, pidieron más y estuvieron negociando. Ellos tienen una disminución muy marcada de la producción y compromisos asumidos con Brasil y Argentina, además del crecimiento del mercado interno”.

En Bolivia, mientras tanto, los ingenieros de YPFB intentan ralentizar la caída productiva y hacen planes para expandir el gasoducto Gasbol. Se trata de una red de caños con una extensión de 3.150 km operado por Gas Transboliviano y por la compañía TGB en el tramo brasileño que es el más extenso y alcanza los 2.593 km.

En ese contexto para Dorgathen “Vaca Muerta no es una amenaza para el gas boliviano sino una complementación. Hay diferentes empresas que están visualizando la oportunidad de ingresar a Bolivia. La necesidad de gas que existe en el mercado brasileño es creciente, ya sea que el recurso venga de Vaca Muerta o de campos bolivianos”, afirmó.

En el mismo foro, Dorgathen dijo que “uno de los mayores problemas de Vaca Muerta es el transporte y Bolivia tiene una de las llaves para la solución”.

Desde hace dos años, el analista Álvaro Ríos viene planteando esa posibilidad, dado que si no se hace esta operación los ductos bolivianos quedarán vacíos.

«Quedarse con ductos vacios no es negocio. Argentina es el nuevo proveedor de gas regional», dijo recientemente.

TNS Latam / Radar Energético