“La economía boliviana está pagando las facturas de no haber hecho esa inversión”, dijo el ministro de Economía.
(#RadarEnergetico).– Grandes anuncios a inicios de año, millones de dólares con el argumento de que ´este es el año de la exploración´. Ministros, ejecutivos y demás funcionarios repetían el discurso cuando se trataba de explicar la inversión pública programada para el sector hidrocarburos.
Ahora sabemos que sólo la mitad de esos números fue realmente invertida. Por ejemplo en 2017 de los $us 779 millones programados sólo se ejecutó 241 millones.
Así lo reveló este lunes el ministro de Economía y Finanzas, Marcelo Montenegro al momento de argumentar que hoy se tienen problemas con el suministro de combustibles y con los ingresos por exportación de gas porque no se hizo la inversión suficiente en el pasado reciente.
“Un ministro le mintió a Evo Morales diciendo que estábamos en un mar de gas”, dijo Montenegro al constatar que se necesita “un agresivo nivel de inversión” en el área.
DATOS
Desde 2009 hasta 2022, en promedio, se ejecutó el 52% de lo programado, siendo el año 2015 el de mayor inversión pública con $us 678 millones de 769 millones programados.
El año que más se programó fue en 2014 con $us 1053 millones, aunque de los cuales sólo se ejecutó el 61%.
Cuando más cercano estuvo el cumplimiento presupuestario fue en 2011, año en el que se programó $us 315 millones y se ejecutó 308 millones.
Cabe destacar que entre 2012 y 2016 la franja de inversión subió arriba de los $us 500 millones. Sin embargo, en el periodo de 2017 a 2022 descendió a un poco más de los 100 millones en ejecución e incluso en 2020, año de la pandemia, cayó por debajo de ese nivel llegando a $us 87 millones, el más bajo en una década.
En 2022 se programó $us 359 millones de los cuales se ejecutó 150 millones. YPFB anunció en enero que para 2023 invertirá $us 324 millones en actividades de prospección exploratoria.
En las cifras no se toma en cuenta la inversión del sector petrolero privado, cuya incidencia en 2023 será de apenas el 10%.
CONSECUENCIAS
“Con esos niveles de inversión de ejecución efectiva, obviamente no ha habido los réditos que se hubieran esperado en el sector petrolero y actualmente la economía boliviana está pagando las facturas de no haber hecho esa inversión”, dijo Montenegro.
La producción promedio diaria de gas natural en el país cayó en un 36% comparando el año 2023 con el 2015, lo que ha obligado al país a renegociar sus contratos de exportación por menores volúmenes con su consecuente impacto negativo tanto en los ingresos por exportaciones como en las regalías e IDH; en el caso de la producción de líquidos la situación es aún peor ya que la caída es de un 46% también comparado con el año 2015, lo que ha obligado al país a incrementar las importaciones de gasolina y diésel en un contexto además de altos precios internacionales.
Raúl Velásquez, analista en temas de hidrocarburos de la Fundación Jubileo, dijo que este es un sector de largo plazo, donde “los indicadores que hoy vemos son resultado de la política hidrocarburífera nacional iniciada en mayo del 2005 y empeorada posteriormente con la «nacionalización» y la propia Constitución que se han orientado a la captura de renta a favor del Estado, a través de una mayor carga fiscal y la explotación acelerada de las reservas ya descubiertas a fines de los años 90 del siglo pasado sin una política de reposición mediante actividades exploratorias”.
“Esta situación fue alertada por varios analistas e instituciones desde hace al menos 8 años. Entonces, evidentemente tuvimos una política rentista acompañada de una mala gestión sectorial y estos son los resultados.”, recordó.
Entre 2006 y 2022 Bolivia recaudó más de $us 43.823 millones en renta petrolera, con un pico de $us 5.500 millones en 2014 y un piso de $us 1.652 millones en 2020.