El declive en la producción de hidrocarburos y el encarecimiento de las compras en el exterior ponen a las finanzas públicas en una situación compleja en este ámbito.
(#RadarEnergetico).- Mientras las proyecciones apuntan a que este año Bolivia tendrá un desbalance energético de alrededor de Bs 7.000 millones en 2022, el Gobierno se adelanta a proyectar un monto cercano a esa cifra para la subvención de los hidrocarburos en el presupuesto 2023
El desbalance energético se produce debido a que el valor de las importaciones de hidrocarburos es superior a lo exportado, especialmente en gas natural.
En el presupuesto general del Estado hecho público ayer por el Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, se establece el valor de Bs 7.642 millones para la subvención de hidrocarburos. Decir diésel acapara el mayor monto con el 62% (Bs 4.705 millones), aditivos e insumos que incluye gasolina con 35% (Bs. 2.637 MM), incentivo a la producción de petróleo (Bs 157 MM), GLP (Bs 106 MM) y gas oil (Bs 37 MM).
A septiembre de 2022, el país ya había destinado 165% más de recursos para la compra de combustibles y lubricantes respecto al año anterior, según el INE, debido al incremento de los precios en el mercado internacional ocasionado por la guerra de Rusia en Ucrania y por toda la alteración que esta provocó en el suministro energético global.
A ello se le debe añadir que la producción nacional de hidrocarburos ha caído en los últimos años.
Analistas consideran que si no se toman medidas de fondo, en el próximo quinquenio la subvención podría multiplicarse afectando a otros sectores de la economía ya que no existen recursos de sobra para atender este drenaje de dólares, con reservas internacionales netas también en declive, las cuales están por debajo de los $us 4.000 millones, cuando hace una década rondaban los $us 14.000 millones. Y si se toma en cuenta sólo los dólares en efectivo, el monto apenas llega a los $us 900 millones en las bóvedas del Banco Central.
PRODUCCIÓN
La producción de gas natural, de cuya ‘corriente’ se obtiene petróleo condensado para refinarlo en gasolina, declinó de más de 60 millones de metros cúbicos diarios hace siete años a 40 MMmc/d en la actualidad.
Dentro del global de la producción de hidrocarburos líquidos, ya sea como petróleo crudo así como asociados al gas natural, la capacidad de producción declinó de 63.000 barriles diarios en 2014 a 40.000 aproximadamente en 2022.
El etanol actualmente disponible en las estaciones de servicio en volúmenes limitados, tendría un amplio potencial junto con el biodiesel y la electromovilidad, los que podrían convertirse en soluciones parciales para paliar los altos montos de subvención.
Álvaro Ríos, analista en temas de energía, dijo que la única solución de fondo es un proceso de exploración de hidrocarburos amplio, pero que para ello se necesitan hacer reformas que se vienen pidiendo hace una década, pero que aún no llegan.
Ante este panorama, el presupuesto del Estado en gasto para comprar hidrocarburos en el exterior crece cada año.