El 6 de septiembre de 2021 la planta reinició operaciones después haber estado paralizada desde el 7 de noviembre de 2019, durante el Gobierno de Evo Morales y la administración de Añez no hizo ningún esfuerzo por su reactivación.
(#RadarEnergetico).- El 27 de septiembre de 2022, YPFB informó en un comunicado que en la Planta de Amoniaco y Urea afincada en Bulo Bulo “se realiza una intervención en el equipo de compresión de aire en base a la inspección recomendada por el fabricante”. Un mes después no se ha conocido que la planta hubiese retomado su actividad productiva.
Para la reactivación de la factoría en 2021 se invirtió $us 53 millones “para su normal funcionamiento”.
Sin embargo, solo en 2022 los paros de planta ya sumarían 47 días, tomando en cuenta los 17 días de julio y los 30 que lleva sin operar desde el 27 de septiembre.
Según pudo conocer Radar Energético, la planta estaría parada por un fallo en una turbina -y que- se está a la espera de la llegada de piezas de repuesto para el mes de noviembre y su posterior reactivación.
En agosto, YPFB había informado que la planta “superó el 100% de su capacidad instalada al producir 2.105 toneladas diarias, 5 toneladas por encima de su meta”.
Según datos del INE, consolidados por la consultora GELA, desde 2017 cuando fue inaugurada, hasta agosto de 2022, en promedio la planta funcionó al 26% de su capacidad instalada y si se toma en cuenta solo los 8 meses de 2022 el promedio llega a 48%.
Los continuos paros darían luces para entender que podría haber un problema estructural en la planta, la misma que costó cerca de 1.000 millones de dólares o más con sus continuas reparaciones y mejoras. Según reportes de prensa, la planta habría parado actividades en al menos 15 ocasiones desde 2017. En julio de 2022 paró 17 días.
Según información técnica consultada, lo usual en plantas de este tipo es que se realice una parada por mantenimiento, pero no de forma anual, mucho menos varias veces al año porque la operación de las mismas es continua, no es un proceso ‘batch’ (por áreas).
Este dato fue confirmado por el analista Álvaro Ríos, quien dijo que «las plantas de urea paran por mantenimiento programado cada dos o tres años una vez, aproximadamente por 30 a 45 días».
La baja capacidad de producción respecto a la capacidad instalada dificulta un mejor rendimiento económico en un momento en que los precios de la urea aún están elevados, después de haber experimentado los precios más altos de la historia últimos meses de 2021 y sobre todo hasta mediados de este año.
En enero de 2021 la tonelada métrica de urea cotizaba en 265 dólares, en abril de 2022 llegó a 925 dólares, para luego descender en agosto a 591 dólares. Precios que debieran ser aprovechados para exportar la mayor cantidad del fertilizante obteniendo buenas ganancias. El 85% de la producción de la planta de Bulo Bulo se exporta, principalmente a Brasil (41%), también a Perú, Uruguay y Paraguay. El resto es para el mercado interno.
PARALIZACIÓN Y REINICIO
El 6 de septiembre de 2021 la planta reinició operaciones después haber sido paralizada el 7 de noviembre de 2019, tres días antes de la salida de Evo Morales de la presidencia, según informes técnicos de YPFB, ANH, correos electrónicos oficiales enviados entonces.
Según el diario EL DEBER en una nota de febrero de 2022, tras la salida de Morales y la llegada del Gobierno de transición, en cinco oportunidades el personal técnico que quedó al mando del complejo trató de comprar los insumos para reactivar el complejo.
No obstante, todos los procesos de licitación fueron anulados por YPFB Corporación. Incluso, cuando se tenía todo listo para operar los técnicos fueron sorprendidos por la orden del presidente de ese entonces, Herland Soliz, de parar la reactivación, documenta EL DEBER.
Según el diario, un informe de la ANH señala que, por ejemplo, durante las gestiones 2017, 2018 y 2019 se registraron siete fallas de la turbina 101 GJT. Esto derivó en que en estos tres años se registraran 141 días de paro.