YPFB iniciará en noviembre la perforación del pozo de investigación estratigráfica Mayaya Centro-X1 I.E. buscando “ampliar la frontera exploratoria”.
(#RadarEnergetico).- Buscar y descubrir hidrocarburos es una actividad que conlleva una serie de pasos, técnicas, tecnologías y procedimientos que, dependiendo sea el caso, se ajustan a las necesidades del prospecto.
Los primeros pasos se realizan con estudios geológicos de la roca en superficie, a través de información satelital, aeromagnetometría, (aero) gravimetría, geoquímica o sísmica. Esta última es una especie de ‘ecografía’ del subsuelo.
Sin embargo, para saber si realmente hay hidrocarburos en cantidades comerciales o no en el sitio, es necesario perforar uno o más pozos.
Existen varios tipos de pozos dependiendo el objetivo planteado; pozo descubridor, pozo de aforo, exploratorio, de desarrollo, de prueba, etc.
Entre ellos también está el pozo estratigráfico, como los que YPFB perforará los próximos meses en la provincia Caranavi, en el norte subtropical de La Paz, en el área de interés petrolero denominada Subandino Norte.
Un pozo estratigráfico es una perforación usualmente de entre 100 y 1000 metros, aunque puede ser de mayor profundidad, cuyo propósito es el reconocimiento y muestreo de la columna estratigráfica (estratos de rocas), sin el objetivo de producir hidrocarburos a partir de ese pozo, según lo define el Manual Básico de los Hidrocarburos, una publicación de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE).
En ese marco, es una perforación geológica de investigación dirigida a la consecución de información específica del subsuelo, mediante la toma de registros geofísicos de pozo, toma de núcleos de roca, de fluidos y de gases.
Una vez logrados los objetivos el pozo se cierra y abandona.
PARA QUÉ
La información adquirida en los pozos es útil para identificar condiciones propicias para el hallazgo de prospectos para hidrocarburos, yacimientos minerales, etc.
Otro objetivo importante de los pozos estratigráficos es comprobar la existencia de sistemas petrolíferos activos, con suficiente potencial para generar hidrocarburos comerciales.
Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia, para ello se debe establecer la existencia de suficientes intervalos de roca generadora de hidrocarburos, la ocurrencia de suficientes rocas reservorio, la presencia de rocas sello de buena calidad, los tiempos de expulsión y entrampamiento de hidrocarburos, mediante dataciones radiométricas y paleontológicas.
Todas estas condiciones son las que los geólogos y geofísicos consideran necesarias para determinar la existencia de hidrocarburos en cantidades comerciales.
MAYAYA
YPFB iniciará en noviembre la perforación del pozo de investigación estratigráfica Mayaya Centro-X1 I.E. (MYC-X1 IE), con la finalidad de ‘comprender’ mejor la geología del subsuelo en la zona, dado que esta ha sido estudiada con otros métodos.
“La trayectoria del pozo será vertical y los objetivos principales son el grupo Retama y Tomachi, formaciones en las que se evaluarán, a una profundidad de 5.500 metros, la columna estratigráfica del área Lliquimuni y el potencial hidrocarburífero” (…) “en la perspectiva de ampliar la frontera exploratoria en esa región del país”, dijo la empresa en una nota informativa.
Radar Energético tuvo acceso a información del ‘lead’ Mayaya Centro -X1 IE y -de lo que se puede decir- es que para llegar al objetivo que son las formaciones geológicas Retama y Tomachi, ubicadas a más de 5.000 metros, la perforación debe atravesar las formaciones más superficiales Charqui y Quendeque.
“Estos pozos son para poder identificar todas las formaciones, espesores y las calidades de las rocas que vamos a atravesar y poder, de esta manera, identificar si existe un sistema petrolero, para poder determinar oportunidades exploratorias”, comentó el presidente de YPFB, Armin Dorgathen.
El equipo de perforación que se utilizará para perforar el Mayaya Centro-X1 I.E. es el PTX-27, de empresa de servicios Petrex S.A., el cual tiene una potencia de 3.000 HP.
YPFB dice que el pozo forma parte de su ‘Plan de Reactivación del Upstream’ y es resultado de estudios relacionados a: Interpretación sísmica regional y local, adquisición, procesamiento e interpretación de magnetoteluria, información de pozos perforados en la zona, evaluación de formaciones y geología de superficie.
Foto: YPFB