La llegada al poder de López Obrador a fines de 2018 ha hecho que operar en el mercado local se vuelva cada más desafiante.
British Petroleum (BP) ha decidido de deshacerse de sus activos petroleros en México en medio de un cambio en su estrategia de negocio hacia las energías renovables y ante un desafiante clima político en el sector energético del país.
Desde que ganó tres contratos de exploración en asociación con la francesa TotalEnergies SE, Equinor ASA, Qatar Petroleum y Hokchi Energy hace seis años, BP ha vendido su participación o está en proceso de devolver los bloques que ganó a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el regulador de la nación, según un representante de la empresa.
BP se encuentra entre una serie de grandes compañías petroleras que acudieron a México tras su histórica apertura petrolera en 2013 y 2014 que inició subastas petroleras competitivas por primera vez en unas ocho décadas.
Aunque las empresas han tenido cierto éxito en el descubrimiento y desarrollo de yacimientos petrolíferos, la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador a finales de 2018 ha hecho que operar en México sea más difícil para ellas.
El presidente ha tratado de dar marcha atrás a las reformas energéticas del gobierno anterior y devolver al gigante petrolero estatal Pemex a su antigua gloria, reduciendo la competencia con los actores privados.
NO HAY MÁS SUBASTAS
En México ya no hay más subastas de petróleo y al menos una empresa, Talos Energy, ha amenazado con un arbitraje internacional después de que el gobierno determinara que Pemex debía operar el megacampo petrolero que la perforadora de Houston descubrió.
Además de la situación política, las grandes petroleras también están bajo presión para reducir su huella de carbono y muchas están cambiando hacia las energías renovables.
Este mes, BP recibió autorización de la CNH para devolver su parte de un contrato en aguas poco profundas que ganó en un consorcio con TotalEnergies, Qatar Petroleum y Hokchi. En febrero, Total compró las participaciones de BP y Equinor en un bloque de aguas profundas, y otro en el que BP compartía con Equinor y Total fue devuelto al Estado.
BP llegó a la conclusión de que el bloque de aguas poco profundas tenía una probabilidad de éxito muy baja y la viabilidad comercial del prospecto era poco probable.
BP mantiene una participación indirecta en bloques mexicanos a través de Hokchi Energy, que es propiedad de la argentina Pan American Energy, una empresa conjunta de BP y Bridas. También tiene más de 500 estaciones de servicio en el país y vende gas natural a clientes industriales en México.
Con información de WORLD ENERGY TRADE y larepublica.co