La planta será exportada y montada en Paraguay para la producción de diésel de alta calidad.
(#RadarEnergetico).- Llantas usadas, aceite usado de motores y plásticos comunes pueden convertirse en diésel de excelente calidad para el mercado internacional y nacional, mediante un proceso industrial de pirolisis con una tecnología mejorada por profesionales bolivianos.
Este proceso de producción de un combustible en base a desechos es posible en una planta que se fabrica en El Alto por la compañía OXSA SRL y que será exportada a Paraguay para abastecer al mercado automotor de ese país.
La pirolisis es un proceso de reducción térmica de una sustancia en ausencia de oxígeno, por lo que dichas sustancias se descomponen mediante calor, sin que se produzcan las reacciones de combustión.
Xavier Iturralde, CEO de OXSA, dijo en entrevista con Radar Energético que la planta es fruto de la iniciativa de inversionistas paceños que buscan convertir la basura en diésel de alta calidad. “Nos hemos basado en una tecnología muy antigua e ineficiente y la hemos vuelto eficiente y que tiene muy buena calidad de lo que produce”.
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En ese marco, en términos comparativos, en el proceso de pirolisis básico es posible producir un litro de combustible con 3 kilos de desechos. Sin embargo, con la innovación de OXSA, se produce 1 kilo de diésel de 1 kilo de residuos, incrementando sustancialmente la eficiencia y la calidad del producto final, porque a diferencia del proceso primario, ya no necesita pasar por una refinería.
“Nosotros hemos logrado que de un kilo de residuos salga 1 litro de combustible, y además que se lo pueda ir directamente al tanque del vehículo”, dice Iturralde.
La idea es copar un porcentaje del mercado de combustibles en el país, con precios competitivos y sin subvenciones, asegura el ejecutivo, al mencionar que es un proyecto que lleva ya cuatro años de maduración e inversiones.
LA PLANTA
La planta se fabrica en El Alto, La Paz, y será montada en Paraguay dadas las condiciones y apertura que mostraron las autoridades de ese país donde la única exigencia en la mesa fue que el combustible sea de la calidad que se comercializa en las estaciones de servicio.
Es una línea industrial mediana que puede producir 5.000 litros de diésel al día a partir de 5.000 kilos de llantas usadas, aceite usado y plásticos, mesclados en porcentajes variables.
La planta es la primera de un proceso de expansión para los próximos años, cuando se espera incrementar la capacidad de producción con plantas de 224.000 litros/día y, por lo tanto, la incidencia en el mercado, dado el potencial que existe en base a las ingentes cantidades de residuos petroleros y petroquímicos en Bolivia y en el mundo.
“Nosotros podríamos cubrir los volúmenes de importación de diésel, y además con un producto de mejor calidad porque tiene menor cantidad de azufre, menor índice de cetano, tiene menos agua y sedimentos, tiene puntos de congelación de hasta -18 °C, lo que evita que se congele al ser usado en climas muy fríos como en la minería”, explica Iturralde.
“Es un combustible más barato, de mejor calidad, en base a residuos y las plantas se las fabrica en Bolivia”, acota.
La planta terminará de fabricarse en El Alto en octubre, luego será montada en Paraguay y se espera que antes de finales de año comience a producir para ese mercado.