Gobierno admite declinación de producción de gas y hará ajustes. La producción de gas está en 45 MMmc/d y el ministro Molina dice que urge inversión, según una nota publicada por el diario Página Siete en base a declaraciones de la autoridad ayer en La Paz.
El gobierno admitió que existe una declinación de la producción de gas y líquidos de los principales campos de gas y que la Ley de Hidrocarburos 3058 cumplió su ciclo y que se deben realizar ajustes al sector para generar mayor inversión.
El ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, sostuvo que a principios de año se lanzó un plan que tiene el desafío de avanzar en la exploración y ser autocríticos porque la producción de gas ha bajado.
“Ser autocríticos en sentido que hace algunos años estamos en una situación de una declinación de la producción, aproximadamente desde 2015 a la fecha y que definitivamente ha impactado los volúmenes”, precisó.
Según Molina, esta situación se acentuó el año pasado porque se frenaron proyectos importantes y se paralizó la inversión.
“A raíz de esta situación hemos tomado acciones inmediatas, lanzamos un Plan de Reactivación del Upstream con proyectos que están en proceso de ejecución, como Itacaray-X1, Sararenda-X3D y San Miguel X2ST, y de algunos que han dado resultados positivos, como el caso de los pozos Boicobo Sur-X1 y Yarará-X1”, expresó la autoridad.
Los datos oficiales del Ministerio de Hidrocarburos reflejan que en 2014 el país producía 61,33 millones de metros cúbicos día (MMmc/d), el año pasado eso bajó a 43,52 MMmc/d.
El vicepresidente de administración, contratos y fiscalización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, informó ayer que la producción actual llega a 45 MMmc/d.
Según Molina, los objetivos de este plan son estabilizar la producción hidrocarburífera y mejorar los índices de reposición de reservas. En esa línea, remarcó que la prioridad del gobierno no solo es garantizar el abastecimiento del mercado interno y cumplir con los contratos de exportación, sino también garantizar la producción para futuros proyectos de industrialización de estos recursos, como por ejemplo para una posible segunda planta de urea.
“En ese sentido, venimos trabajando en la adecuación de la normativa vigente para acompañar toda esta estrategia. La Ley 3058 (de Hidrocarburos), promulgada en 2004, cumplió su ciclo y se deben hacer ajustes porque el sector de hidrocarburos requiere fuertes inversiones, pero a la vez requiere una nueva visión debido a cómo se está desarrollando la industria y las perspectivas que se nos vienen en los próximos años; ejemplo de ello es la reciente promulgación del Decreto Supremo 4616 para incentivar la producción de crudo”, aseveró Molina.
Dorgathen, señaló que la inversión de los 400 millones de dólares que se proyecta para 2022 priorizará el estudio de prospectos que tengan recursos que rondan un trillón de pies cúbicos (TCF) o superiores. “Estamos priorizando proyectos grandes, exploraciones en campos que tengan recursos superiores a 1 TCF. Es por ello que el próximo año entraremos a proyectos como Charagua, Iñau y Vitiacua, que son proyectos bastante significativos en lo que refiere a volúmenes”, agregó.
Molina afirmó que esta inversión posibilitará que los pozos Boicobo Sur-X1 y Yarará-X1 ingresen a fase de producción a mediados de año, con lo que se incrementará la producción de gas y petróleo.
El viceministro de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, Raúl Mayta, dijo que desde 2015 hasta 2019 se desarrollaban en promedio dos propuestas geológicas de perforación por año, y en la gestión 2020 no se desarrolló ni una propuesta.
Sin embargo, este año se diseñaron 10 proyectos exploratorios, de los que dos están aprobados por YPFB, mientras los restantes serán aprobados pronto para entrar en ejecución en 2022. “El Plan del Upstream proyecta que tengamos más actividad exploratoria sobre la base de proyectos con evaluaciones técnicas, económicas y análisis de riesgos”, subrayó.
Gentileza Página Siete