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Repsol produce por primera vez hidrógeno renovable a partir de biometano

El hidrógeno renovable se ha empleado para fabricar combustibles con baja huella de carbono, como gasolina, gasóleo y queroseno para aviación, lo que ha evitado la emisión a la atmósfera de unas 90 toneladas de CO2.

(REPSOL).- Repsol ha producido por primera vez hidrógeno renovable empleando biometano como materia prima. Este hidrógeno  renovable  se ha  utilizado  para  fabricar  combustibles  de  baja  huella  de  carbono, como gasolina, gasóleo y queroseno para  aviación. Este hito ha tenido lugar en la refinería de Repsol en Cartagena, donde se han producido 10 toneladas de hidrógeno renovable a partir de 500 MWh de biometano, lo que ha evitado la emisión a la atmósfera de unas 90 toneladas de CO2.

De esta forma,  Repsol da  un primer  paso para  sustituir  el gas natural  convencional  por biometano  de origen sostenible para  producir hidrógeno renovable en  sus complejos industriales y descarbonizar así tanto sus procesos como sus productos.

El biometano utilizado como materia prima se ha obtenido a partir de residuos sólidos urbanos. De esta forma, Repsol sigue impulsando la economía circular y tecnologías de última generación para transformar residuos en productos de alto valor añadido y baja huella de carbono.

Esta primera  prueba industrial  realizada  por  Repsol  servirá  también  de  ejemplo  para  el  desarrollo  del sistema de garantías de origen para  los gases renovables que  se implementará en España y que  el Ministerio para  la Transición Ecológica y el Reto  Demográfico acaba de sacar a información pública como borrador de Real Decreto.

LA EVOLUCIÓN DE LOS COMPLEJOS INDUSTRIALES

Repsol está transformando sus centros industriales en polos multienergéticos capaces de convertir residuos y otras materias primas de origen renovable en productos con baja, nula o incluso negativa huella de carbono. Para conseguirlo utiliza la eficiencia energética, herramientas de economía circular, hidrógeno renovable y tecnologías de captura y uso de CO2.

La compañía cuenta con una  estrategia de economía circular desde 2018  que  se materializa en más de 230  iniciativas  y la  ambición  de  utilizar  cuatro  millones  de  toneladas  de  residuos  anualmente  en  2030 como materia prima para  sus productos. En octubre de 2020 anunció la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que se pondrá en marcha en 2023. 

Se ubicará también en Cartagena y tendrá una capacidad de 250.000 toneladas anuales de biocombustibles producidos a partir de residuos y válidos para autos, camiones y aviones. En el puerto de Bilbao, en las inmediaciones de la refinería de Petronor, Repsol tiene previsto construir una planta para generar biogás también a partir de residuos urbanos.

En cuanto al hidrógeno renovable, Repsol ya ha anunciado su intención de liderar el mercado de la Península  Ibérica  a  través de  la  instalación  de  una  capacidad  de  552  MW en  2025  y 1,9  GW en  2030. Actualmente, Repsol es el primer productor y el primer consumidor de hidrógeno en España y utiliza este gas habitualmente como materia prima en sus procesos industriales.

La compañía está ya desplegando multitud de proyectos en toda la cadena de valor del hidrógeno renovable e impulsa la creación de grandes consorcios regionales para  promover grandes proyectos industriales, como  el Corredor Vasco del Hidrógeno, el Valle del Hidrogeno de  Cataluña, el clúster del Hidrógeno en  Castilla-La Mancha y el Polo del Hidrógeno  Renovable  en  torno  al  Valle  de  Escombreras, en  Cartagena.

El pasado 20 de septiembre, Repsol anunció que en 2022 pondrá en marcha en Petronor su primer electrolizador, de 2,5 MW de capacidad. En 2024 está prevista la puesta en funcionamiento de un electrolizador de 10 MW, también en las inmediaciones de Petronor, que dará servicio a la planta de combustibles sintéticos que la compañía construirá junto con Saudi Aramco.  Además, Repsol prevé la construcción de otros electrolizadores en Petronor y Cartagena con una capacidad de 100 MW cada uno para dar servicio a sus complejos industriales.