Innovasol ya ha instalado 24 proyectos en cinco ciudades de Bolivia con una potencia instalada de 540 KV.
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(RE).- La energía solar es la que más crece en el mundo y junto a la energía eólica se ha convertido en líder de las nuevas adiciones de energía a escala global.
Este comportamiento de a poco está comenzando a ser una tendencia también en Bolivia con empresas que han comenzado a idear modelos de negocios atractivos para el mercado. Lejos de los subsidios estatales y con esquemas sostenibles como la energía que producen.
El sol ha comenzado a calentar este segmento de negocios y una prueba de ello es, entre otras, Innovasol, una compañía nacida en 2019 en La Paz y que de apoco se ha expandido y hasta este mes ha cerrado 24 proyectos en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija y Beni.
“La energía solar es una tendencia en todo el mundo. En los países más desarrollados ya se viene dando hace muchos años”, dice Stefan Rotschuh, Administrador de Innovasol, Master en Sistemas de Energía Sostenible, formado en Alemania.
“Este cambio en la matriz energética es bastante importante y ahora con la pandemia nos ha puesto más en evidencia como seres humanos en la necesidad de cuidar el medioambiente y una de las medidas es la generación de energía”, reflexiona.
El año pasado en Estados Unidos por primera vez en la historia la generación renovable sobrepasó a la proporción de energía quemando carbón, según la Administración de Información Energética (EIA) de ese país. De hecho el carbón marcó su nivel más bajo de producción desde 1965, y en contrapartida las renovables juntas significaron el 21% de la generación energética.
“Se están tomando medidas en diferentes partes del mundo. En Alemania por ejemplo en el nivel político está cada vez más en discusión el tema del medioambiente o de la transición energética. Cada vez es más importante en los partidos políticos contemplar este tipo de iniciativas para ganar los votos de los ciudadanos”, analiza Rotschuh.
“Sin bien en Latinoamérica y Bolivia todavía estamos un poco atrasados se están comenzando a tomar medidas que esperemos sigan este camino del cambio de la matriz energética”, insinúa.
Hasta hace unos años en Bolivia ni se hablaba del tema sobre todo a nivel político, en las últimas elecciones ya un poco.
INNOVASOL
El concepto de Innovasol nace a partir de querer fomentar el uso de energías limpias en Bolivia tomando como referencia países más desarrollados en este ámbito donde a través de los Gobiernos se lanzan normas para alcanzar objetivos de generación limpia.
“Para eso nosotros tenemos como principal inversionista a la Fundación Solidez que nos ha apoyado para sacar adelante este proyecto y también contamos con el apoyo de empresas del Grupo Panamerica”, informa el ejecutivo.
Innovasol quiere ayudar a las empresas bolivianas, al sector comercial principalmente a poder reducir su huella de carbono a través de la energía fotovoltaica.
“Lo hacemos implementando sistemas fotovoltaicos en cada uno de nuestros clientes, que son empresas en el sector comercial, que tienen un alto consumo de luz sobre todo en el horario diurno”, describe.
Innovasol a través de su tecnología logra reducir la cuenta de luz y genera un ahorro real, pero sobre todo ayuda a mitigar cantidades importantes de dióxido de carbono y de esta manera la empresa da un paso adelante en convertirse en una entidad amigable con el medioambiente o una entidad verde, lo cual será cada vez más un valor para la sociedad.
CÓMO FUNCIONA
Innovasol ya que tiene el apoyo de entidades importantes trabaja como un vehículo de inversión lo que hace que el cliente no tenga que hacer ninguna inversión inicial.
“Nosotros realizamos todo el trabajo de diseño de ingeniería, se les hace una propuesta de cuánto se logra reducir la factura de luz y a través de diferentes planes que se adecuan a la necesidad de cada empresa, esta va pagando el sistema fotovoltaico a través de alquileres”, explica.
“La inversión la realizamos nosotros, nosotros somos dueños del activo y por lo tanto los encargados del buen funcionamiento del sistema”, dice.
En ese sentido, la empresa trabaja con marcas que permiten garantizar una generación eléctrica y una vida útil de la instalación de por lo menos 25 años.
“Son dos años que estamos trabajando y hemos llegado a una gran cantidad de clientes. Muchos de los cuales son del sector educativo. La UPB (Universidad Privada de Bolivia) se convirtió en la primera universidad en tener sistemas fotovoltaicos en todos sus campus”, asegura.
La potencia instalada en total hasta ahora es de 540 kilovatios tomando en cuenta los 24 proyectos y espera llegar a 1 megavatio hasta fin de año.
ENERGÍA ETERNA
En Bolivia tenemos un potencial muy alto en energías renovables. En el altiplano por la radiación sobre todo el potencial es en energía solar, en el oriente por los vientos el potencial que puede predominar es la energía eólica.
Ya existe la planta solar de 100 MW en Oruro y otros proyectos en energía eólica, como los de Warnes, San Julián o El Dorado. Además del parque Qollpana en Cochabamba que desde 2014 produce energía a partir del viento y hoy genera 27 MW. Aunque estos son proyectos estatales y se desconoce hasta ahora su realidad económica y sostenibilidad, marcan una tendencia en el contexto energético local.
La energía solar es infinita y su aprovechamiento está llegando a un punto alto a escala global que parece marcar una carrera sin retorno hacia su posicionamiento como la alternativa más óptima para un mundo que requiere cada vez más electricidad.
“Lo de la energía solar ha llegado para quedarse y nosotros estamos empezando y también es para quedarnos”, finaliza Rotschuh.