Eso es igual a 43 veces lo que consume Bolivia cada día en electricidad.
Las políticas y regulaciones del gobierno de Xi Jinping en materia energética han propiciado un aumento sustancial de la capacidad de producción de energía solar dentro de China, a pesar de que el alza de los precios del silicio policristalino y otras materias primas han obstaculizado la implementación de más proyectos solares en la primera mitad de 2021
Según el comunicado de la Asociación de Industrias de la Energía Solar (SEIA, por sus siglas en inglés) del 22 de julio de 2021, se estima que el país asiático incorpore a su producción alrededor de hasta 65 gigawatts adicionales generados a partir de energía solar, llegando a una capacidad total aproximada de 300 gigawatts al final de año.
INCIERTO
El aumento de la capacidad de producción de energía a través de celdas fotovoltaicas y otras tecnologías similares sólo se amplió en torno a 13 gigawatts el primer semestre del año, ya que la limitada oferta de materia prima y la subida de los precios de otros productos clave frenaron el desarrollo de nuevos proyectos solares.
«(El progreso de) los proyectos solares a gran escala en los próximos meses dependerá de la fluctuación de los precios y de la accesibilidad a los materiales necesarios», mencionó Wang Bohua, presidente honorario de la Asociación de la Industria Fotovoltaica de China (CPIA, por sus siglas en inglés), en una conferencia industrial en el mes de julio.
GIGANTE SOLAR
China cuenta con la mayor capacidad de producción de energía solar del mundo, con 253 gigawatts de capacidad instalada a finales de 2020, frente a los 151GW y 102,8GW de la Unión Europea y Estados Unidos respectivamente, según los datos de Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés).
La Asociación de la Industria Fotovoltaica de China también estima que las exportaciones de módulos solares y otras tecnologías del país asiático aumentarán este año. Sin embargo, se mencionó que las disputas políticas y comerciales podrían disminuir las ventas de estos.
Un ejemplo de ello es la prohibición que Estados Unidos impuso a finales de junio, que imposibilitó las importaciones de cinco compañías del sector al país norteamericano debido a supuestos trabajos forzados en las fábricas de dichas empresas en Xinjiang.
Con información de worldenergytrade